9 razones por las que un hobbit como Frodo era el menos indicado para salvar la Tierra Media
Si alguien echara un vistazo a un mapa de la Tierra Media y tuviera que elegir una de sus razas para una misión de vital importancia, seguramente no elegiría a un hobbit como Frodo.
¿Por qué Gandalf lo hizo?
¿Se equivocó?
Yo creo que no. Sigue leyendo.
1. James Bond nunca estuvo en La Comarca
Frodo y sus amigos viven apaciblemente en La Comarca, la región más alejada de los grandes centros de poder de la Tierra Media. Sus habitantes se dedican a disfrutar de la vida campestre mientras beben y fuman en pipa.
«Cuando todos estuvieron dentro de la fiesta hubo canciones, danza, música, juegos y como era de esperar, comida y bebida. Había tres comidas oficiales». I
Frodo vive en la casa heredada de su curioso tío Bilbo. También ha heredado un anillo medio oxidado que no sirve para mucho. La única aventura que conoce Frodo es la de subirse a un árbol. Jamás ha salido de su región. Vamos, el antihéroe.

2.¿Necesitaba Gandalf gafas?
De pronto un día aparece por allí un tipo con pinta de medio pirado y un sombrero de pico roto, Galdalf el Gris, un mago peregrino.
Casi despierta a Frodo de la siesta y le cuenta que aquel anillo es un arma de destrucción masiva. Forjado por el terrible Sauron, lo perdió en la batalla contra Isildur. Ahora Sauron lo busca para dominar a todas las razas de la tierra. La única solución consiste en destruir el anillo tirándolo en el Monte del Destino, en Mordor.
Frodo se despereza: -¿Estás de coña o qué?
3. ¿Cómo se convence a un hobbit a que abandone su casa para ir al pueblo de al lado?
Con grandes dotes de persuasión Gandalf convence a Frodo para que se ponga en camino hacia Rivendel, el hogar de los elfos.
-«Todavía no sabes en qué peligro te encuentras -dijo Gandalf-. Yo tampoco estaba seguro la última vez que vine, pero ha llegado la hora de hablar. Dame el anillo un momento». I
Frodo se traga el anzuelo y con su amigo Sam y sus primos Merry y Pippin se pone en camino hacia el Rivendel ese. Los cuatro inocentones no saben lo que les espera…
A la vuelta de la esquina se oyen los cascos de los terribles Jinetes Negros.
4. Gandalf: monta el pollo y luego le deja en la estacada
Gandalf no solo lía a Frodo y sus amigos medianos para que dejen, de manera precipitada, su apacible casa y se dirijan a un lugar parecido al infierno a destruir un anillo, los deja en la estacada. No los ha formado ni instruido y las explicaciones han sido superficiales. Así les va…

5. Frodo recibe heridas hasta en el velo del paladar
Según los cuatro hobbits avanzan, las amenazas crecen. ¡Y esto no ha hecho más que empezar!
- Frodo recibe un hechizo hipnótico del Hombre Sauce.
- En la Quebrada de los Túmulos sucumbe al sortilegio de un espíritu de los antiguos reyes y se ve amortajado en vida.
- En la posada de Bree un tipo de pinta algo macarra llamado Aragorn tiene que salvarlos de los Jinetes. ¡Pero…!
- Los Jinetes Negros o nazgules les alcanzan en la Cima de los Vientos y el lelo de Frodo se pone el anillo. Uno de los jinetes le hiere con un cuchillo forjado en Mordor. Resultado: el hobbit a punto de morir y con dolor crónico de por vida.

6. Uno de los suyos le traiciona. Bueno, dos.
Boromir, el hijo del senescal de Gondor le promete ayuda para deshacerse del anillo, pero aprovecha el ataque de unos orcos para intentar arrebatárselo. Frodo hace lo que puede para quitárselo de encima.
Y no hablemos de Gollum, otro que se compromete a ayudarle y le mete en el antro de Ella-Laraña en Cirith Ungol. Un lugar parecido al baño de una gasolinera.
7. Mordor no es el País de las Maravillas
Gracias a su amigo Sam que le ha ayudado a escapar, primero del antro de la araña, y después de la cárcel de los orcos, Frodo sigue adelante.
Cuando abre los ojos, no sólo descubre la cicatriz del picotazo del arácnido, también pone un pie sobre el suelo de Mordor.
«Duro, cruel y áspero era el paisaje que se mostró a los ojos del hobbit» III
Peor que un descampado cubierto de neumáticos ardiendo. Y además, cuanto más se acerca al Monte del Destino, más le pesa el anillo. Menos mal que Sam también le anima.

8. Y ahora va y dice que se quiere quedar con el anillo
Solo se le ocurre a Frodo, decir en el Monte del Destino, con la lava del volcán bullendo unos metros más abajo que se queda con el anillo.
Y aquí paz y después gloria.
-«He llegado -dijo-. Pero ahora he decidido no hacer lo que he venido a hacer. No lo haré. ¡El Anillo es mío» III
Esta vez es Gollum el que, de un bocado, le arranca sus ansias de poder.
En el fondo todos somos débiles ante el último ataque de Sauron.
¿Y si los gollum que nos encontramos en la vida tienen su función?
9. ¿Y si Frodo no fuera tan pringado?
Quizá el propio Tolkien tenga la respuesta:
«No creo que Frodo fuera un fracaso moral. En el último momento la presión del Anillo alcanzaría su máximo; imposible, diría yo, que cualquiera pudiera resistirlo, seguramente después de conservarlo tanto tiempo, meses de incrementado tormento, hambre y agotamiento.
Frodo había hecho lo que podía y estaba exhausto (como instrumento de la Providencia) y había logrado una situación en la que el objeto de su búsqueda era alcanzable. Su humildad (con la que había empezado) y sus sufrimientos fueron justamente recompensados por el más alto honor; y su ejercicio de la paciencia y la misericordia que usó con Gollum le ganaron la Misericordia: su incapacidad quedó enmendada».
Y me pregunto: ¿Habría conseguido pasar desapercibido en Mordor uno de esos magníficos elfos de melena plateada? ¿Habría conservado la vida de Gollum uno de los príncipes valientes de los reinos cercanos? ¿No habría corrompido el anillo a un mago, como Saruman?
Entonces, ¿se equivocó Gandalf al elegir a Frodo?
Quizá no.

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