Erik Vogler y los crímenes del rey blanco
Vogler, un detective muy original
Resumen 
Erik Vogler, un chaval de quince años algo maniático y obsesivo, se prepara para marcharse de vacaciones con su padre a Nueva York, cuando, por un error con los billetes de avión, acaba en la casa de su abuela Berta.
Erik no soporta a su abuela y Berta no soporta al repelente y cursi de su nieto, así que tendrán que aguantar la semana lo mejor posible.
Pero durante la primera noche Erik descubre a una chica en la ventana de su habitación, ¿de verdad es una chica?, y poco a poco se verá involucrado en una serie de asesinatos en serie de jóvenes, que están conmoviendo toda Alemania.
Opinión personal
Lo mejor de este libro, y los otros cuatro posteriores, es Vogler, el protagonista: un friqui escrupuloso, limpio y ordenado que hace mucha gracia.
La autora intenta combinar lo fantástico y paranormal con toques de novela negra, y en este primer libro resulta algo forzado e inverosímil. Con un protagonista de carácter tan marcado podía haber prescindido del elemento paranormal y la historia hubiera funcionado.
También el argumento necesitaría algo más de desarrollo para ser más convincente. Resulta demasiado ligero. Supongo que esto se debe a que el libro está dirigido a adolescentes a partir de 12 años.
De todas las maneras el libro es divertido y dan ganas de leer los siguientes.
Autora: Osés, B.
Título original en español: Erik Vogler y los crímenes del rey blanco.
Editorial en España: edebé, 2014
Edad: A partir de 12 años
Valoración: Bueno
«Sin esperar ni un segundo más, sacó unos guantes de plástico y una mascarilla y se dedicó a limpiar la habitación durante varias horas. Tal y como imaginaba su abuela, solo bajó a la cocina a buscar una escoba y un recogedor. Al pasar por delante de la mesa, vio unas galletas redondas en un plato. Se detuvo un momento. Tenía hambre. «Mejor no probarlas», pensó. La última vez que había intentado morder una galleta cocinada por su abuela perdió un diente y tuvieron que colocarle una prótesis en el dentista. Así que pasó de largo y regresó a su dormitorio».