Escuadrón
Spensa
Spensa vive en Ígnea, ciudad en la que los seres humanos se han refugiado años antes tras la destrucción de la Tierra. Ígnea es subterránea para evitar ser bombardeada y destruida por los continuos ataques extraterrestres. Pilotos de cazas atacan a las naves extraterrestres y protegen la ciudad.
El padre de Spensa era uno de esos pilotos y desde que Spensa era pequeña le inculcó el amor por los aviones. En una de las batallas más terribles contra la fuerza extraterrestre el padre de Spensa huyó de la batalla y se pasó al enemigo sin que se sepa porqué, así que fue abatido. Su padre se convirtió en la vergüenza de la ciudad y fue señalado desde entonces como un traidor cobarde.
La mayor ilusión de Spensa, cuando acaba el colegio, es convertirse en piloto de caza como su padre, demostrar que no fue un traidor y limpiar su nombre. Pero la entrada y la permanencia en la escuela de pilotos y en su escuadrón le va a resultar muy difícil. Casi heroico.
Sanderson y los pilotos de cazas
Brandon Sanderson es uno de los escritores de fantasía actuales de mayor nivel literario y nos presenta una interesante novela distópica centrada en el mundo de la aeronáutica: horas y estrategias de vuelo, entrenamientos, batallas, ilustraciones de aviones…
Lo más interesante es el personaje de Spensa, una chica empeñada en conseguir su sueño de ser piloto con tenacidad, coraje y valentía. Desde el primer momento lucha por sobrevivir a las dificultades, sobreponerse a los prejuicios que la aplastan y limpiar la memoria de su padre. Spensa es una heroína de manual, que se puede poner de ejemplo a los jóvenes actuales.

Título: Escuadrón
Autor: Brandon Sanderson
Editorial Nova. Barcelona (2018)
521 páginas
Título original en inglés: Skyward (Traducción Manu Viciano)
ISBN 978-84-17347-27-7
Edades: A partir de 14
Valoración: Muy bueno
“—Si alguna vez tenemos que salir de este planeta y escapar de los krells –dijo la yaya-, será necesario utilizar nuestro don. El espacio entre las estrellas es inmenso, demasiado para que lo recorra ningún propulsor normal. No debemos encogernos en la oscuridad porque nos dé miedo la chispa que hay en nuestro interior. La solución no es apagar la chispa, sino aprender a controlarla”, pag. 438